Descubriendo Mallorca

Platja sa Marina está a 1,4 kilómetros de Alcudia y muy cerca de s’Albufereta de Pollença. Este humedal posee una extensión de 150 hectáreas (tres kilómetros de longitud por uno de anchura), rica en avifauna autóctona y migratoria, así como cenagales y áreas de cultivo. La zona inundada está bajo protección municipal, mientras que la línea costera (dunas y playas tirrénicas) está considerada zona urbana.

En este tranquilo tramo del litoral alcudienc se mezcla las rocas con una arena de color ceniza, producto de la acumulación de alga posidonia, lo que provoca un desagradable olor. No obstante, en sus inmediaciones se alza una urbanización de nombre homónimo y diversos establecimientos vacacionales.

Estas características morfológicas y ambientales hacen que esta costa sea poco frecuentada por los residentes de las cercanías o los turistas, pero se registran muchos campistas, aunque esta actividad esta prohibida. Aun así, Platja sa Marina tiene un inexistente desnivel y un agua tranquila, lo que supone que frente a su costa se calen embarcaciones pequeñas. A tres millas marítimas se encuentra la instalación marítima más cercana, Port de Pollença.

El acceso por carretera es sencillo siguiendo la señalización viaria, tanto si se arriba por Pollença o Alcudia. La llegada a Platja sa Marina por la última localidad citada anteriormente se realiza a través de un frondoso pinar. Justo entre estos árboles se podrá estacionar de manera gratuita el vehículo particular. También cabe la posibilidad de llegar con autobús. La parada está a escasos metros de la playa.

El tipo de playa es natural y su composición es de arena, tiene una longitud de 400m y una anchura de 30m