El Museo de Lluc se halla en la primera y segunda planta del cuerpo principal del Santuario que da al patio interior llamado Jardín de las Magnolias y al patio del Obispo Campins.
Inaugurado en 1952 con una sección de Arqueología y diversas aportaciones de los devotos. Años más tarde, en 1971 Don Antoni Mulet i Gomila hace donación de sus colecciones de Ca´n Mulet de Gènova (Palma): indumentaria popular, cerámica, imaginería, mobiliario tradicional, joyería y pintura, etc.
En el Centenario de la Coronación (1984) se incorpora al Museo una apreciable muestra de pintura y escultura contemporáneas. La colección de arte contemporáneo se amplia con les salas dedicadas a la obra del pintor Josep Coll Bardolet (1989 y 1995).
En 2004 se crea la sala Bujosa Rosselló, de artesanía textil mallorquina, con objetos y maquinaria de su empresa familiar.
El Museo comprende 8 sales: Arqueología (sala 1), Tesoro (sala 2), Alcoba mallorquina (sala 3), Imaginería sacra (sala 4), Cerámica (sala 5), Josep Coll Bardolet (sala 6), Pinacoteca (sala 7) y Artesania textil (sala 8).
Horario de visites: 10 a 14 h. (excepto los sábados). Los grupos que deseen visitarlo en otro horario, pueden solicitarlo al teléfono: 971 87 15 25.
Precio: 4 euros (2011) y precios reducidos para grupos.
La visita comienza con un expositor mural que incluye el monetario romano de Lluc con más de 300 monedas de épocas imperial, republicana y provincial.
La figura del arqueólogo Cristóbal Veny, misionero de los Sagrados Corazones y director jubilado del Museo, quiere ser recordada con un panel que anuncia la entrada a la sala de Arqueología con las campañas que él dirigió, como fueron las del pecio del Sec y de las cuevas prehistóricas del entorno de Lluc, especialmente la de Sa Cometa dels Morts. De esta cueva destaca en la sala, la muestra de su material funerario y la presencia de uno de los sarcófagos de madera que en ella se encontraron, pareja de otro que puede verse en el Museo Arqueológico en Madrid.
Las vitrinas de la sala de Arqueología son ocho. Las seis primeras están dedicadas al mundo pretalayótico y talayótico de Mallorca. De las otras dos, una reúne el conjunto de la colección de Antonio Mulet, de objetos de la cultura púnico-ebusitana; y la colección Furió de piezas talayóticas, griegas y romanas con platos, lucernas, lacrimatorios, etc. La última vitrina encierra restos de la vajilla griega de la nave del Sec, con los clavos del entablamento del barco.
El interesado por las ánforas podrá contemplar las púnicas y las romanas procedentes del pecio romano hundido cerca de la isla de Cabrera. Cerca puede verse también el cargamento de lingotes de plomo del mismo barco, con las marcas identificativas de los propietarios de las minas de extracción.
Un columbarium recrea el emplazamiento de los nichos de los restos mortales, con las urnas de piedra para las cenizas, tal y como se hacía en el mundo romano.
La sala de Arqueología da paso a la del Tesoro de la Virgen. Su nombre se ajusta al origen y carácter de los objetos elaborados con materiales ricos como oro, plata y piedras preciosas, entregados a la Virgen de Lluc. Son piezas de órden litúrgico y de adorno de la mujer mallorquina, como joyas y abanicos que se exponen en seis vitrinas empotradas, las joyas, y en dos de vitrinas de armario, los abanicos.
Esta salita acoge también, al fondo, dos vitrinas que guardan objetos relacionados con el culto. A la izquierda, utensilios sagrados: cálices, copones, relicarios, etc. , y el Lignum Crucis, de la primera mitad del s. XVI. Y a la derecha, piezas de adorno para la Virgen como las coronas ricas para Ella y el Niño, ofrecidas por toda Mallorca en 1884, y las túnicas de terciopelo, bordadas en hilo de oro, regaladas por la reina Isabel II. Los exvotos en tablillas de madera reclaman también nuestra atención por su ternura, hechos como recordatorios por la ayuda pedida a la Virgen de Lluc.
En el centro de la sala, una vitrina con la custodia de plata dorada de Antoni Falconer, de 1499, otra vitrina para la treintena de premios literarios, y una mesa expositor con las ofrendas entregadas por las personalidades de la provincia, como bastones de mando de las autoridades, fajines militares, collares de investidura, etc., y medallas conmemorativas, de hermandad entre diferentes ciudades, deportistas, etc.
Esta sala está concebida como un rincón íntimo de una casa acomodada de Mallorca. En ella se recrea un dormitorio barroco, presidido por una cama con dosel, y acompañado por un mobiliario compuesto por una arquilla de estilo mudéjar, una vitrina rococó, una mesa rinconera con su correspondiente vitrina de estilo neoclásico, una cómoda maltesa del s. XVII y dos butacas de brazos. Para reforzar el carácter de alcoba, también se da a conocer dentro de una vitrina una muestra de indumentaria femenina del s.XIX (rebosillos, guatlaretos, medias, ropa interior, etc.) y masculina (chalecos), seleccionada de los fondos de la colección Mulet; parte de la cual se contempla además, en la vitrina de enfrente, en su disposición formal sobre el cuerpo, por medio de cuatro maniquíes que representan a una pareja de Mallorca y a otra de Ibiza. Se cierra con esta muestra el círculo de prendas y adornos de vestir que lucían las mujeres de nuestra Isla, tal y como ilustran los cuadros colgados en la sala II anterior del Tesoro.
La sala de imaginería ha sido concebida para albergar la totalidad de la colección de belenes de vitrina depositada, no sólo en el Museo, sino en las dependencias privadas del Santuari de Lluc. Se trata de ocho piezas (dos de ellas requeridas en sucesivas exposicions de belenística de nuestro país), de reconocido valor artesanal y antropológico, integrada por creaciones del taller del Mestre de les Verges Rosses (s. XVIII) y del Santet (s. XIX).
El carácter de Nacimiento de Jesús se refuerza con ocho pinturas que ilustran dicho acontecimiento (algunas de ellas exhibidas por primera vez en el Museu y procedentes del depósito de obras).
Finalment el incienso, presente en la ofrenda al Niño que regala el rey Gaspar, queda reprsentado en la exhibición de veinticinco incensarios de bronce de la Alta Edad Medía de la colección Mulet. Se añaden además realizados en el mismo metal bandejas petitorias, decoradas con figuritas de madera policromada del s. XVII que representan la invocación de la limosna, y dos platos limosneros procedentes del centro de Europa de los siglos XVI y XVII.
La exposición de imaginería devota continúa en la sala siguiente. Aquí podemos contemplar dos vitrinas. Una con figuras relacionadas con el alumbramiento y la Natividad de Jesús, de los siglos XIV al XVII: figuras de devoción de diversos talleres de dentro y fuera de nuestra isla, que tienen el denominador común de estar hechas en cerámica, en mármol y alabastro. Y otra vitrina de tallas medievales y barrocas en madera policromada.
En esta sala se concentra la colección de cerámica de Lluc, una de las más completas e interesantes de toda la isla, que se expone al público gracias a la generosa donación de Antonio Mulet.
La sala se distribuye en tres espacios donde se ordenan las piezas según su origen. El primer espacio está dedicada a Mallorca. Aquí se pueden ver una cuarentena de platos en verde y manganeso, llamados de "pincel de Inca", procedentes de Inca y de Palma, de los siglos XVII al XVIII. También hay dos piezas de la fábrica de La Roqueta, de la serie de influencia de Savona, y del entrono de 1915, y las jarras "bordadas" de Felanitx, de mediados y finales del S. XIX.
El siguiente espacio reúne la loza de Valencia y Cataluña. A destacar la colección de platos de reflejo metálico, de los siglos XVI al XVIII, de los talleres barceloneses y maniseros.
De Cataluña, dentro de una vitrina aparte, hay objetos más tardíos de los talleres de La Bisbal y de Can Falló (Gerona), y de Mataró, del último cuarto del s. XVIII hasta mediados del s. XIX. Y concretamente, de Barcelona, destacan los platos de las series de influencia francesa, de la "cirereta", de l´"arracada", de la cenefa Bérain, etc. de finales del s. XVIII y principios del s.XIX.
La fábrica de La Alcora se representa con ejemplares de una perfección formal de la primera etapa de su producción: uno de ellos del pintor ceramista Francesc Grangel, del s. XVIII. También levantinos son la treintena de azulejos de los siglos XIV al XIX, de procedencia mayoriatariamente valenciana, que se exponen en la pared.
La tercera y última parte de la sala de cerámica se dedica a la producción aragonesa, con una gran variedad de ejemplos de Teruel, Muel, Vilafeliche, entre otros. Destacan las piezas azules de los siglos XVI al XVIII, sin olvidar tampocio las decoradas en verde y manganeso de la misma época hasta finales del s. XIX.
La colección de objetos de cerámica de importación se basa en la loza procedente de Italia, concretamente de Montelupo (s. XVI), Burgio (s. XVII), Savona (s. XVII) y Pisa. También son interesantes los azulejos y las piezas de Delft (Holanda) de 1750, entre otros.
Está dedicada de manera exclusiva a la obra artística de Coll Bardolet.
Josep Coll Bardolet (Campdevànol, Ripollès 1912 - Valldemossa 2007) hizo donación al Museo de Lluc de un total de 236 obras de diversa técnica y temática. La primera sala monográfica fue abierta en 1989 a través de la Associació d´Antics Blavets. La nueva y definitiva se inauguró el día 10 de septiembre de 1995 y conforma la Colección Coll Bardolet de retratos, dibujos, guaches y acuarelas.
Regresando sobre nuestros pasos y dejando atrás la sala III, accedemos por la izquierda a una escalera que conduce al piso superior que reúne la colección pictórica del Museo con telas de diferentes artistas, sobre todo mallorquines, colgados de los cinco tabiques en que se divide la sala. Están representados: Buades, Mayol, Mestre, Ribas, Cerdà, Hubert, Anckerman, etc. Otros foráneos como Santiago Russiñol con un bellísimo "cementerio de Sóller", casi todos del siglo XIX o de principios del siglo XX, sin olvidar los bodegones y retratos, algunos anónimos, de los siglos XVII y XVIII.
Al final de la Pinacoteca se accede a la Sala VIII de Artesanía Textil, iniciada por cuatro maniquíes dentro de dos vitrinas, vestidos con diseños de moda actual realizados por 4 jóvenes creadores de Mallorca, entre los que se encuentra Xisco Caimari, vinculado a Lluc por su etapa de formación escolar.
Dentro de la sala se pueden contemplar las piezas del taller de tejidos Can Bujosa, de Santa Maria, encabezadas por un telar manual de ca. 1800, entorno al cual se disponen los diferentes artilugios de esta industria artesanal: urdimbres, púas, ruecas, lanzaderas, peines, etc. junto con un tapiz de carro y una colección de muestra de telas, alguna de ellas del s. XVIII, de ese mismo taller.
Este espacio se complementa con otro continuo, dedicado al mundo textil, basado en una colección de casullas, capas y ternos completos del propio Santuario, y dos capas de la Virgen de Lluc y el Niño, confeccionadas con telas ricas.
También hay muestras de ropa inerior del s. XIX, de la colección Mulet, hechas de lino y algodón dentro de un arcón de madera de nogal.
Vinculado al mundo de la artesanía mallorquina, el Sr. Josep Riera, gerente del Santuario, ha depositado en el Museo una parte de su colección de siurells de Navidad.
El hermano Macià Ripoll realizó la composición belenística dentro de una vitrina teatrino, en esta misma sala.
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