Descubriendo Mallorca

Caló des Moro está a seis kilómetros de Santanyí y es la más concurrida de todas las playas de la zona.

Este talud virgen, enclavado entre altas paredes pobladas de pinos, matas, retama y lentisco, es de arena, salpicado de grandes rocas. Esta fisonomía se altera según la intensidad de los temporales, ya que las corrientes marinas arrastran el limo bajo el mar, eliminando el espacio destinado a solarium. Si a este hecho añadimos sus dimensiones reducidas y la afluencia de bañistas, supone todo un problema encontrar un hueco donde extender la toalla.

Su agua cristalina, abierta a los vientos del este-sureste, resalta un fondo arenoso, excelente para la práctica de buceo y para el fondeo de pequeñas embarcaciones, a una profundidad próxima al litoral que oscila entre los tres y los cuatro metros. A dos millas marítimas se encuentra la instalación portuaria, Port de Cala Figuera de Santanyí.

El acceso al bello Caló des Moró por vía terrestre se inicia estacionando el coche gratuitamente junto a las casitas de sa Comuna (a unos 1,1 kilómetros del inicio de la carretera que conduce hacia s’Almunia, y a medio kilómetro del mar). Se continúarà a pie 400 metros por un sendero que comienza antes que finalice la carretera y que salva el desnivel muy pronunciado del acantilado que nos conduce hasta este arenal rocoso.
Estos impedimentos en su accesibilidad provocan que la afluencia de bañistas locales y turistas sea mediana.