Descubriendo Mallorca

Betlem o Cales de Betlem están a cinco kilómetros de Colònia de Sant Pere. Recibe su nombre de la ermita homónima, construida a 322 metros de altitud en el siglo XIX para la Congregación de los Ermitaños de San Pablo y San Antonio.

Este litoral comprendido entre Na Clara y Caló des Corb Marí está formado por calitas tranquilas que recortan esta porción de la costa mallorquina, de sustrato pétreo, con barquitas varadas y fondo rocoso con buena profundidad, aunque no recomendables para la navegación y el fondeo por la presencia continuada de roquedal. A 2,4 millas marítimas se encuentra la instalación portuaria más cercana, Club Nàutic Colònia de Sant Pere.

La nomenclatura de esta costa próxima a la urbanización homónima recuerda que este litoral marítimo fue hábitat de la foca monje –vellmarí en catalán–. Es Vellmarins Alts y es Vellsmarins Baixos son dos cuevas submarinas en las que vivieron estos mamíferos marinos. En el tramo de litoral que va desde Capdepera hasta Artà tuvo lugar la captura de los últimos ejemplares de esta especie de foca en aguas de Mallorca.

El acceso por carretera necesitará de un conductor que preste atención a la señalización viaria para llegar a Betlem con facilidad. En el área colindante se halla un núcleo residencial de plantas bajas, donde se podrá estacionar de manera gratuita el vehículo para finalizar el último tramo a pie.

Las características descritas con anterioridad explican que Cales de Betlem registre una afluencia baja de bañistas locales. 

La playa es artificial de arena tiene una longitud de 50 metros y una anchura de 10 metros